lunes, 30 de agosto de 2010

Terminando 1829


Chopin cierra este año que le dejó grandes recuerdos por sus éxitos musicales y lo hace de la siguiente manera:
Le muestra a Elsner el adagio de su concierto, el cual es celebrado por el maestro, trabaja en varias composiciones: el Rondo de su concierto, termina el Allegro del mismo así como el Trío en sol menor op.8, la Fantasía Sobre Aires Polacos, las Mazurkas en do mayor y en fa mayor, la Marcha Fúnebre y escribe varios Estudios y Canciones.

Iba frecuentemente a la librería de Brzezina, examinaba las nuevas publicaciones musicales y no se perdía un estreno de teatro.

Todos los viernes tocaba con Joseph Kessler, un pianista alemán, que recién había llegado a Varsovia y que arreglaba en su casa conciertos con programas improvisados.
Visita a los Radziwill que pasaban sus vacaciones otoñales en Antonin, ahí se encuentra muy a gusto, pasa una semana llena de música y sobre su estadía escribe:
"Yo me habría quedado allí hasta que me hubiesen echado , pero mis otros intereses, especialmente el concierto que está sin acabar y aguarda pacientemente la terminación de su final, apresura mi partida del paraíso".
Antes de su partida, los Radziwill le reiteran su invitación de que fuese a visitarlos a Berlín para el mes de mayo.

El 19 de diciembre participa en un concierto de la Unión Mercantil. Comparando dicho concierto con cualquiera de los 2 de Viena, parece insignificante, sin embargo la prensa polaca se decide a sacarse la espina de su equivocación y parquedad con la que describió los éxitos de Chopin en Viena, y por ello el 23 de diciembre el Correo de Varsovia escribe:
"La velada celebrada el último sábado en la Unión Mercantil fue una de las más agradables de nuestra capital. El Señor Chopin contribuyó en gran parte a su brillantez. ¿No es acaso el talento del Señor Chopin propiedad de su país? ¿Es que Polonia no sabe apreciar este talento? Las obras del Señor Chopin llevan indudablemente la marca del genio."

jueves, 26 de agosto de 2010

Enamorado silencioso

Federico Chopin fue un enamorado tímido, de corazón vacilante, como los que vagan con el alma en pena.

A sus 19 estaba enamorado de Konstancja Gladkowska, quien era hija de un administrador del palacio real y que se encontraba becada en el Conservatorio, coincidían en la escuela, Federico se la encuentra en los corredores, a menudo tiene ocasión de tocar en su presencia, participa en su compañía en los ejercicios de los alumnos; podría haberla abordado y sacarle plática fácilmente y luego hablarle de sus sentimientos; pero no se anima, es demasiado tímido y conforme al respecto. Un día al salir de la iglesia, su bienamada le dirige una mirada y como atravesado por un rayo, él se va loco de amor.

Este amor que había ocultado a los hombres lo confiaba a la música. Su piano llevaba mucho tiempo escuchando sus revelaciones. Las hojas del concierto en fa menor se hallaban extendidas en el atril. La parte que compuso primero, y que fue inspirada por Konstancja, es el adagio: una melodía romántica que confiesa su amor entre suspiros.

De su amor silencioso le platica a su amigo Tytus en una carta con fecha del 3 de Octubre de 1829:

"Puede que para mi desdicha haya encontrado mi ideal, a quien sirvo fielmente desde hace 6 meses, sin hablarle de mis sentimientos. Sueño con ella; bajo su inspiración han nacido el adagio de mi Concierto en Fa Menor y esta mañana el pequeño Vals (Op.69 No.2)"

sábado, 21 de agosto de 2010

Críticas de Periódicos sobre sus conciertos en Viena.

Una vez en Varsovia y después de platicar a su familia sus experiencias y puntos de vista sobre lo que había vivido en su reciente viaje, Chopin se dedico a leer las críticas sobre sus conciertos en Viena, le habían llegado los principales periódicos de aquella ciudad. Veamos que decían:

Der Sammler: "En Herr Chopin hemos descubierto uno de los más excelentes pianistas, lleno de delicadeza y profundo sentimiento."

Allgemeiner musikalischer Anzeiger: "Composición técnica, interpretación, todo debe ser considerado brillante, el artitsta se vió premiado por un éxito general."

Die Zeitschrift für Kunst, Theater und Monde: "Chopin corona con precisión las mayores dificultades, y la pureza de sus pasajes es impecable. El éxito logrado por este hábil artitsta fue muy grande. Su compisición con orquesta fue especialmente estimada." Crítica que corresponde al primero de sus conciertos, del segundo dice: "Chopin tocó sus variaciones sobre un tema de Mozart. Lo agradable y restringida diversidad de esta composición, igual que su hermosa ejecución de nuevo valieron fuertes aplausos al pianista. Entendidos y aficionados manifestaron su aprobación ruidosa y libremente."

El Wiener Theater Zeitung publicó 2 artículos de Adolph Baüerle, crítico conocido como el terror de los virtuosos, de Chopin escribe la siguiente opinión: "Ciertos rasgos de genio." "Parece que este joven no trata de deslumbrar ni de asombrar a sus auditores, aunque su ejecución vence dificultades cuya superación no puede menos que asombrar aun aquí, la patria de los virtuosos del piano forte." "Mostró cualidades igualmente nobles en sus composiciones que revelan constantemente nuevas figuras, nuevos pasajes, nuevas formas. Invitado a terminar su concierto improvisando ante un público que había aclamado a pocos improvisadores, a parte de Beethoven y Hummel; la tranquila fluidez de su pensamiento y sus bellos desarrollos y combinaciones fueron prueba suficiente de su habilidad en este raro arte."

En el Allgemeiner musikalische Zeitung de Leipzig: "Herr Chopin, pianista de Varsovia, se reveló desde el principio como un maestro de primera fila. La maravillosa delicadeza de su mano, su indescriptible destreza técnica, sus matices, que reflejan los más profundos sentimientos, la rara lucidez y transparencia de sus interpretaciones y composiciones, que llevan la marca del genio, revelan en este virtuoso generosamente dotado un artista que sin publicidad previa, aparece en el horizonte musical como un nuevo y brillantísimo meteoro."

Grande y triste fue la sorpresa de Federico al leer lo que decían los diarios de Varsovia, puros comentarios mal intencionados, parcos elogios y otros nada; pero lo peor era que los escasos comentarios eran muy malas traduciones de los periódicos vieneses, y en lugar de dar a conocer el éxito obtenido, decían todo lo contrario. En pocas palabras, Varsovia reaccionó ante el éxito de Chopin en Viena con una desdeñosa indiferencia.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Aviso: Ciclo Audiovisual Genios de la Música CHOPIN

Miércoles 18, “Fréderic Chopin” (1810-1849) 200 años de su natalicio, Parte 1
Miércoles 25, “Fréderic Chopin” (1810-1849) 200 años de su natalicio, Parte 2

Fechas: miércoles de agosto, 17:00 hrs.Lugar: Salón de usos múltiples, Biblioteca de las ArtesEntrada libre, cupo limitado. Centro Nacional de las Artes

Yo no creo poder asistir pero si alguno de ustedes puede y quiere ir pues ojalá lo hagan y nos participen sus comentarios.

Visitando Dresde

Federico y sus compañeros de viaje llegan a Dresde la mañana del 26 de agosto y permanecen ahí casi un mes. Acude a la famosa Galería de Dresde (la cual vemos en la imágen, y que tomé de la página web de la galería), conoce al director de la orquesta real Francesco Morlacchi, visita al maestro de ceremonias de la corte y asiste a una representación del Fausto de Goethe, la función se daba para celebrar el octogésimo aniversario del escritor y había una gran multitud deseando entrar; de esta representación Chopin opina: “Espantoso, pero gran fantasía.”

Toca el piano para Morlacchi, quien lo felicita y le presenta a la mejor pianista de Dresde: Antoinette Pechwell, cuya ejecución aprecio grandemente Chopin.

Su estancia en Dresde, ciudad dedicada al arte, a los salones y a las jiras, le dio tantas y tan buenas impresiones que el tiempo se le fue volando y le pareció haber estado ahí tan solo una semana. Vivió estos días en un estado de júbilo, absorbiendo el mundo y sus fuerzas eran inagotables.

Ya próximo a Varsovia visitó a madame Wiesiolowska en Wroclaw, al príncipe Radziwill en Antonin y al doctor Helbich en Kalisz.
Finalmente llega a Varsovia los últimos días de septiembre.

viernes, 13 de agosto de 2010

Teplitz

Los viajeros visitaron la ciudad bohemia de Teplitz, situado a los pies de las montañas Erzgebirge, que en aquel entonces era un balneario favorito de la aristocracia. Teplitz también fue visitado por Beethoven en 1811 y 1812, Liszt, Schumann y Wagner también estuvieron ahí.

Chopin se encontró a un judío de Varsovia llamado Ludwik Lempicki, quien lo llevó a una fiesta al palacio de Albrech Wallenstein (del que vemos una imágen que tomé de una página de turismo), que era la magnífica residencia del príncipe Karl Josef Clary; Federico asistió vestido de levita y con sus guantes blancos vieneses.

Después de la cena le pidieron que improvisara, Chopin se sentó al piano Graff que ahí se encontraba y solicitó que le indicaran un tema para la improvisación, el tema fue Moisés el Egipcio de Rossini, con el cual Chopin tejió uno de sus legendarios poemas tonales. Le pidieron que tocara 3 veces más.

En Praga

Chopin llega a Praga el 21 de agosto al mediodia, junto con sus amigos se hospeda en el hotel U Modre Hvezdy, que en español lo entendemos como Caballo Negro, ahí comen y terminando buscan a un amigo de los Skarbek llamado Waclaw Hanka, quien es bibliotecario del Museo Nacional Checo, distinguido lingüista, erudito eslavo y recolector de canciones populares.

Con él pasean por la ciudad y admiran la torre del Polvorín, la calles Celetna y Karlova, la plaza de la Ciudad Vieja y el puente Carlos, desde donde tienen una hermosa vista del castillo de Praga, visitan la catedral de San Vito, en la cual, Chopin se abstrae en la capilla de San Wenceslao y ante el ataúd de plata maciza de San Juan Nepomuseno. En el mueseo nacional los jóvenes anotaron su nombre en el libro de visitantes; Maciejewski escribió en él 4 estrofas en honor a Hanka, y Federico añadió la música en son de mazurka, música que compuso ahí mismo.

También visita a Pixis, profesor de violín y director de orquesta, le entrega una carta de Blahetka y de Würfel; Pixis lo recibe muy amablemente y le sugiere que se haga escuchar en Praga, pero Chopin declina cortésmente la invitación, ya que piensa lo siguiente: "Tengo pocos deseos de arruinar en Praga el buen nombre que adquirí en Viena. Como el propio Paganini resultó 'desacreditado' aquí, me cuidaré mucho de presentarme."

Conoce también al pianista Klengel, para quien también tenía una carta de Würfel. Klengel lo recibe muy bien y toca para él sus 48 fugas y cánones, cosa que no impresiona a Chopin, quien expresa que el pianista "Toca bien... esperaba algo mejor." (¡me encanta ese nivel de exigencia!)

Después de 2 días y medio en Praga, Federico y sus amigos reanuda su viaje, esta vez el destino es la ciudad bohemia de Teplitz. De Praga opina, en una carta a su familia: "La ciudad es hermosa en su totalidad, cuando uno la mira desde la colina del castillo; grande, antigua y alguna vez opulenta." (Praga 22 de Agosto de 1829)

Foto: Praga de mi libro Chopin's Europe

miércoles, 11 de agosto de 2010

Viena en sus propias palabras.

Después de unas vacaciones retomo el hilo de este blog exponiendo en las propias palabras de Chopin su experiencia en Viena; aquí fragmentos de una carta dirigida a su familia y que fue escrita un día después de su segundo concierto.

"Todos los profesionales de la música están cautivados con mi Rondo. Están sorprendidos por la belleza de la composición. Sé que gusto tanto a las damas como a los artistas."
Tenía bien claro que no era del agrado de los alemanes y esto opinaba al respecto:

"No hay un hijo de su madre que pueda gustarle a todos"

o lo que diríamos por acá en México
"No soy monedita de oro para caerle bien a todos"
La carta continúa así:

"Toqué en 2 ocasiones y el segundo éxito fue mejor que el primero; esto va en crescendo; tal como me gusta."
"Schuppanzigh me comentó que me voy de Viena muy pronto, que debo volver pronto. Contesté que si regreso lo haré para aprender, a lo que me contesto: En ese caso no tiene usted nada a qué regresar. Sólo cumplidos, eso sí me complacen. Blahetka me dijo que le sorprendía mucho el saber que todo lo que sé lo he aprendido en Varsovia; yo contesté que bajo la tutela de Zywny y Elsner el más grande burro podría aprender algo."
"Me encontré con Schuppanzigh y Czerny para despedirme. Czerny es más sensitivo que cualquiera de sus composiciones."
"En 2 noches y 1 dia estaremos en Praga; será un buen viaje con muy buena compañía."

En estos extractos de la carta de Federico a su famlia nos podemos dar cuenta de que quedó complacido con su viaje a Viena y sobre todo con los conciertos que, pese a su timidez y las reservas que tenía al principio, se anima dar. A mí me hubiera gustado mucho que platicara en sus cartas si Czerny le contó anécdotas de Beethoven o de su experiencia siendo su alumno, pero no encontré nada al respecto.

En el siguiente post veremos qué tal le va en Praga.